- Visitas por la ciudad, así como por las iglesias:
- Procesiones
- Y, sobre todo, la celebración de los actos más relevantes del calendario litúrgico.
¿Te animas este año a
tener una experiencia diferente?
Que lo que festejes sea mucho más que unos días en los que no hay que
trabajar o estudiar; que los encuentros con tus amistades sean en la
calle, bares, parques y, ¿por qué no?, también en la parroquia.
En la anterior entrada de nuestro blog te invitábamos a buscar a Jesús y a convertirte para vivir su mandamiento: amarnos unos a otros como Él nos amó. Te animábamos también a pedir al Señor que te ayudara a comprender su Pasión y hoy tal vez el mejor plan sea intentar descubrirlo. Mira la Cruz, esa que todos conocemos, que a veces tanto nos asusta y de la que intentamos escapar. Es en ella en la que Cristo se entregó por cada uno de nosotros (tú incluido) y desde la que nos dice lo mucho que nos quiere.
No te quedes en la puerta y entra a participar de la Cena del Señor, de su Pasión y, especialmente, de su Vigilia Pascual. Deja que Dios sea la luz que ilumine tu vida y ojalá sepamos tener los ojos abiertos para encontrarlo, más allá de la Cruz, en lo que se convertirán en verdadero alimento de salvación: el vino junto a unos sencillos trozos pan.