martes, 31 de diciembre de 2019

Desgranando aquello que puede darte la Felicidad de la Navidad

¡Feliz Navidad querido lector! ¡Dios, hecho Niño, te bendiga!

Hoy venimos a despedir contigo el año haciendo un breve repaso de todo lo que hemos aprendido a lo largo de estos meses y desgranando algunas de las cosas que te pueden dar la felicidad que deseamos en Navidad y que va mucho más allá del consumismo y la fiesta desmedida a los que muchos se entregan en estas fechas. 



Y te decíamos que aquello podrías conseguirlo haciendo lo siguiente:
  1. Amando. Pero no de cualquier forma sino como Él y para ello te decíamos que era fundamental conocerlo. ¿Cómo puedes conseguir eso? Un primer paso es animándote a contemplar un Belén y meditar todo lo que encierra el Nacimiento del "Pequeño" que descansa en el pesebre (en brazos de su madre o en los de su padre, dependiendo de las figuras que podamos observar). ¿No se suscita en ti al mirarlo un deseo de saber más sobre Él y el Misterio que lo rodea? El segundo es acercándote a la Sagrada Escritura, a la Tradición de la Iglesia y confiando en su Magisterio. ¿No sabes de qué te hablamos? Déjanos un comentario con tus dudas o, mejor, anímate a resolverlas participando en el grupo de aproximación al Catecismo que tenemos los jueves de forma alterna en dos turnos: de 11h a 12h una semana y de 20:30 a 21:30h a la siguiente. ¿Por qué lo hacemos así? ¡Porque queremos que aquellos que trabajáis lo tengáis más fácil! ¡Anímate a venir!
  2. Teniendo caridad. Que ya sabes que es la virtud principal de un cristiano, que te asegura la capacidad de amar y, en gran medida, de obtener la paz y la felicidad que deseamos a todo el mundo en estas fiestas de Navidad. Siempre se vive más contento cuando uno tiene la certeza de que su entrega o ayuda ha hecho la vida mejor al que tiene al lado. No hace falta que te propongas en estos días hacer grandes obras para luego no repetirlas, es mejor buscar algo sencillo e intentar mantenerlo durante todo el año. Observa a esos pastores de Belén, cómo compartían en torno a la hoguera. La hoguera es Dios en medio de aquellos que se reúnen para celebrar su nacimiento. Piensa en algo que puedas ofrecer a un familiar, a un amigo o a un desconocido necesitado y sal a compartir tu tiempo, tu alegría, tus recursos, con ellos. Luego si quieres ven y cuéntanos tus hazañas dejando un comentario. Y si no sabes a quien ayudar... ¿quieres que te hagamos nosotros una propuesta? ¡Pásate por nuestro centro parroquial y hablamos! Igual te apetece colaborar de alguna manera visitando enfermos, mayores o participando en el grupo de "Solidaridad con la Misión".
  3. Aprendiendo a llevar las cruces de la vida. Quizá la propia tradición (en minúsculas y no la Tradición de la que te hablamos en el primer punto, que es otra cosa) nos ha generado la falsa idea de que la Navidad es para estar eufórico, comer, beber y festejar en sociedad algo que muchas veces cada vez más gente (entre ellos numerosos cristianos) ya no saben muy bien ni qué celebran (y, quizá, por eso se intenta cambiar de nombre). Las fiestas de Navidad recuerdan el nacimiento de Jesús y lo que eso supuso, así, sin más florituras. No obliguemos ni juzguemos a esas personas que, por las diferentes circunstancias de su vida (bien puede ser la pérdida reciente de un familiar, la enfermedad o las propias dificultades de cada día), no tienen el ánimo para grandes reuniones. Lo que vivieron María y José junto al Niño en aquel establo no fue para tirar cohetes de alegría. En su momento estarían asustados, no comprenderían lo que acababa de pasar, se sentirían cansados, dolidos, tristes y con los sentimientos encontrados. Aquello, seguramente, tuvo que ver más con la búsqueda o el deseo de recibir alguna ayuda sencilla y austera. Nadie tiene que reír si siente ganas de llorar y los demás podemos aprovechar para vivir junto a esas personas una verdadera Navidad. Es una oportunidad que se nos regala para ser generosos, para amar y, ofreciendo nuestra compañía y escucha, descubrir en ese llanto el del Niño en el portal. Y tú, que puedes estar sintiéndote sin esperanza en estos días, mira a Jesús, pídele que en tu debilidad se haga fuerte y descúbrelo ya hecho hombre en todo aquel que se te acerque con deseo de ayudarte.
  4. Perdonando. Esto es algo fundamental. Si tienes batallas abiertas, si tienes rencores con amigos o familiares aprovecha estos días para el reencuentro. Seguramente muchas cruces vengan propiciadas por discusiones con otros, por excesos de orgullos y egoísmos personales, imita a Jesús esta Navidad, Él fue el mismo Dios hecho hombre que vino a este mundo para dar su vida por nuestras pecados y caídas. Mira a esa persona con la que te has enfrentado y tiéndele los brazos como si fueras el Niño diciéndole acógeme que yo te perdono. Y si eres tú el que se ha sentido defraudado acógelo como si fuera el mismo Niño que te dice perdóname, por favor. Si eso no es suficiente mira las figuras de José y María. ¿Acaso unos padres no hacen la vista gorda ante las numerosas faltas de sus hijos? ¡Dios contigo hace lo mismo y espera que tú reacciones igual!
  5. Intentando vivir alegre. Es verdad que las dificultades nos complican esto pero el Nacimiento de Jesús fue un acontecimiento para no dejar nunca de celebrarlo. Él no vino para pasar por este mundo sin pena ni gloria sino más bien para todo lo contrario. La Navidad es tiempo para cantar Villancicos y ver si es verdad eso que dicen de que "las penas se van cantando". Escuchando las letras, que en esas pequeñas piezas se ofrecen, encontramos una forma amena y divertida de ir acercándonos a la vida de Jesús. Cantando el corazón se ensancha y la música nos enamora. Mírate entonces un poquito el ombligo y descubre en ese momento de plena alegría cómo tu corazón posiblemente se esté asemejando un pelín más al de Jesús. ¡Dale gracias por todo lo que hizo, por todo lo que hace y por todo lo que hará! Y recuerda que DIOS TE AMA SIEMPRE, a pesar de las circunstancias, en tus alegrías y tristezas, salud y enfermedad, riquezas y pobrezas durante todos los días de tu vida. Es como si tuvieras una relación esponsal con Él. ¿Acaso también en estas fiestas, con cuya venida al mundo Él quiso hacerse visible para ti, vas a darle la espalda? Deja que te alivie si estás cansado.
  6. Siendo humilde. Que es una de las cosas que más le gustan al Creador. Que todo lo que hagas no sea para ponerte medallas y creerte mejor persona sino por amor a Dios. Recuerda que no porque hagas regalos más caros vas a querer más o mejor a tus familiares y amigos. Ponte al servicio de quien pueda necesitarte, manifiesta tu amor desinteresado a los demás y que todo lo que hagas sea sin afán de imponer o destacar porque no hay humildad sin docilidad ni obediencia. Mira a María y José con Dios y a Jesús con sus padres y contigo.
  7. Compartiendo con los demás todo lo que vivas o experimentes en esa relación tú a Tú que tienes con Jesús. O lo que es lo mismo... ¡saliendo a evangelizar! Ve al Belén, mira detenidamente sus figuras durante un tiempo, piensa sobre lo que representa cada una (no suelen ponerse porque sí) y luego anímate a quedar con alguien para charlar un rato sobre todas las inspiraciones que te hayan venido. No tengas miedo de invitar a otros a acercarse a la Iglesia, a unirse más a Jesús porque, ya lo dice el refrán... "todo se pega menos la hermosura" ¡Deja que Él te llene con los dones de su Espíritu y respeta la libertad del que decida seguir alejado!
Y, por último, el pasado mes te invitábamos a observarlo en su figura de Rey admirándote con la perfección de su creación y a distinguir todo lo que no procediera de Él. Queríamos que lo hicieras de la mano de Virgen y con Ella, nuevamente, queremos que emprendas el último reto del año: ¡Lleva una vida de oración! ¿Te has asomado ya por el espacio en el que te vamos dejando cada mes un texto para meditar?

Sabemos que Jesús, aun teniendo pleno conocimiento de Dios porque era Él, no dejó de retirarse a orar de manera ordinaria y, de forma especial, ante los momentos cruciales. María tampoco dejó de meditar la Palabra en su corazón, confió siempre y se mantuvo fiel, sin cuestionarse que las cosas tuvieran sentido o no. José también la acogió y no dudó en responder a las llamadas que el Señor le hacía. Los pastores y los Magos de Oriente supieron descubrir toda esta grandeza en medio de la sencillez y oraron ante el verdadero Rey. Miremos hoy con esos ojos, por encima de las apariencias del mundo, y ojalá a través de nuestra oración personal podamos descubrir la Buena Noticia que encerró el misterio del Nacimiento: nuestra Salvación.

¡Qué Dios te libre esta noche de los excesos, no olvides aportar tu colaboración, y disfruta de la belleza de estas fiestas! ¡Nos vemos el 1 de enero en la Iglesia para celebrar en la Misa que Santa María es la Madre de Dios!  ¡Y regresamos por aquí el día 17 para ofrecerte un nuevo texto que puedas orar!

martes, 17 de diciembre de 2019

Orando con la Sagrada Escritura. 1 Tim 3, 16

Hace unos días celebrábamos la memoria de San Juan de la Cruz, con quien nosotros abríamos el espacio de textos para meditar (si no nos seguías en ese momento puedes volver a asomarte a esa publicación aquí: https://parroquiasanpascualaranjuez.blogspot.com/2019/10/orando-con-san-juan-de-la-cruz-subida-al-monte-carmelo.html) y hoy, para despedir el año en esta sección, hemos seleccionado un versículo de la Sagrada Escritura que puedes encontrar en la primera carta a Timoteo (1 Tim 3,16).
"...Y sin duda que es grande el misterio de la piedad:
"Que se ha manifestado en la carne,
ha sido justificado por el Espíritu,
ha sido mostrado a los ángeles,
predicado a las naciones,
creído en el mundo,
ensalzado en la gloria". "
¿Qué nos dice su lectura?

Estas palabras aparecen en un antiquísimo himno litúrgico, Hos Ephanerothe, y son una auténtica confesión de fe. Presentan el misterio de Cristo partiendo de su encarnación y llegando a su gloria. Gloria que a nosotros nos será más fácil alcanzar si vivimos de manera permanente contemplando la imagen del Niño Jesús y meditando sobre lo que supuso su llegada a este mundo.

Partir de ese nacimiento puntual, que celebramos cada Navidad, y seguir las huellas que con su ejemplo de Vida nos ha dejado, es descubrir que en el camino espiritual no todo es llano. Vendrán momentos complicados, con cuestas, y momentos en los que podrás olvidarte de que Jesús está a tu lado, pero de algún modo Él siempre volverá a poner una señal para que recuerdes que nunca se separó de ti, hacer que sonrías y sientas el calor de su divina compañía.

Escucha esta preciosa versión del himno mencionado, relee el versículo de la carta a Timoteo y no dejes de pedirle a la Virgen María que interceda ante Dios para te ayude a comprender mejor, y anunciar como Ella, la grandeza que encierra este Misterio.

 
¡Nunca dejes buscar a Jesús ni de seguirlo cuando lo encuentres!

sábado, 30 de noviembre de 2019

Aseméjate a Dios y ve conquistando, de la mano de la Virgen, su Reino

Despidiendo el año litúrgico y a punto de recibir el Adviento regresamos con esa publicación mensual habitual que suele llegar en los últimos días del mes. Ya llevamos un tiempo considerable mirando a Jesús y avanzando en ese reto de imitarle que proponíamos a principios de año.

En la última publicación te animábamos a salir a la calle y a no dejar de evangelizar. ¿Has podido llevar a cabo la experiencia? Si todavía no lo has hecho... ¡no lo dudes y prueba! (Es más sencillo de lo que imaginas). Los que formamos la Iglesia podremos equivocarnos, caer y tener que volver a levantarnos, pero nunca debemos dejar de intentar dar a conocer a Dios, quien en la figura del Hijo, Jesucristo, se hizo hombre y, por amor, entregó su vida para salvarnos y ahora nos "llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y, por tanto, los herederos de su vida bienaventurada" (CCE 1).

El otro día celebrábamos la fiesta de Cristo Rey, nosotros somos príncipes en su Reino, y recordábamos que el Señor, después de su vida terrena, ascendió a la casa del Padre y fue coronado como Rey del universo, es decir de todo lo creado, lo conocido y desconocido, lo visible y lo invisible. Lo que en su momento pareció una historia de derrota y fracaso, sabemos que fue de triunfo y que, con toda su gloria, ha de volver para acoger a su lado a los que durante nuestro periplo terrenal hayamos decidido ser fieles a su Palabra y coherentes con su Evangelio. Así que, ya sabes, anímate a mantener vivo el anuncio de la Salvación mientras se hace realidad la Parusía o plenitud de los tiempos.



¡Qué maravilla es ese proceso de dar a conocer a un Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra! ¡Qué enriquecedor compartir nuestras vivencias con los que tenemos cerca! ¡Qué reto poder ir asemejándonos cada día un poco más a Dios! Y justo eso es lo que queremos proponerte en esta publicación. ¿Y cómo puedes hacerlo? Pues mirándolo, a Él y a todo lo que ha creado, meditando qué puede estar esperando de ti y poniéndote al trabajo. (Los mismos tres pasos que te recomendábamos el pasado mes de febrero para amar. Puedes recordar la entrada aquí: https://parroquiasanpascualaranjuez.blogspot.com/2019/02/amaos-unos-otros-como-yo-os-he-amado.html) Admírate con la perfección de sus obras naturales, disfruta con la belleza de las creaciones de algunos artistas a los que ha inspirado y, sobre todo, aprende a distinguir todo aquello que no proceda de su mano para intentar enmendarlo y ayudar así a su plan de hacer un mundo mejor.
Y todo esto queremos que lo hagas de la mano de esa mujer que tanto meditó la Palabra en su corazón, la que confió en Él cuando todo parecía más locura y a la que hoy seguimos necesitando, no solo como coprotagonista de la historia, sino también como guía que nos ayude a vivir, cada vez con más profundidad, los misterios que nos recuerdan que tanto nos amó Dios que asumió nuestra naturaleza, para ofrecernos la salvación. ¡Por eso es tan importante que queramos imitar a Jesús! ¡Por eso tan bueno que vayamos de la mano de su Madre!


Todo aquel que se abraza a la Virgen cuando el transcurrir por esta vida se hace demasiado cuesta arriba y mantiene la esperanza cuando se ve golpeada por la soledad, la enfermedad o la falta de trabajo, entre otras cosas, seguramente se acabe encontrando con Jesús Resucitado, quien hará probable lo imposible.
 
Nosotros estos días estamos felices y más conectados a María porque, gracias a la cofradía del Santo Entierro de nuestra parroquia, el otro día acogimos una nueva imagen de Ella, que quisimos bendecir con la advocación de Ntra. Sra. del Encuentro. Ojalá haya venido para engrandecer la semana santa de nuestro querido Aranjuez, para aumentar la fe y piedad de todos y hacer más evidente a nuestros sentidos terrenos el encuentro entre Jesús y la Madre, entre lo humano y lo divino, así como, especialmente, la importancia del encuentro entre nosotros. Deseamos que vengas a nuestra parroquia y que en ella encuentres ese lugar donde te sientas acogido, valorado, querido y como en casa; ese espacio donde te entren ganas de echar raíces y quedarte allí (de hecho si llamas a la puerta de nuestras hermanas Concepcionistas Franciscanas y dices que quieres unirte a ellas seguro que se alegran de recibir alguna vocación).
Conseguir crear una verdadera comunidad pasa por el empeño activo de cada uno, por aportar nuestro granito de arena y comprometernos a construir una sociedad más habitable y más humana. No te dé miedo ni vergüenza, te lo hemos dicho muchas veces, todos podemos aportar algo aunque parezca insignificante y, como dice el refrán español, “grano no hace granero pero ayuda al compañero”

Así que... ya sabes, anímate y vente a vernos. Aprovecha que este domingo empezamos un año nuevo litúrgico y ven a prepararte para la Navidad porque, aunque quieran hacerte parece que ya hemos llegado a ella, todavía tenemos por delante cuatro semanas preciosas de preparación.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Orando con Santa Teresa de Jesús: Nada te turbe

Hoy el texto que queremos compartir es un conocido fragmento de un poema-oración para el que creemos que no hacen falta palabras de presentación. 

Fue escrito por la mística Santa Teresa de Jesús, fundadora de la orden de los Carmelitas descalzos, y estamos convencidos de que, si lo meditas bien, podría ayudarte a sobrellevar las dificultades que puedas estar viviendo (o a menos verlas con otros ojos).

Fuente: Wikipedia
By Fray Juan de la Miseria
http://www.umilta.net/teresavila.html

 
 
"Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta"











¿Qué nos dice su lectura?

Que nuestro modo de sentir está influenciado por formas de pensar adquiridas. En lo más profundo de nuestro subconsciente se encuentra grabado que necesitamos la atención y apoyo de los demás para ser felices. Pero la experiencia no nos confirma esto sino que vemos que estas aportaciones son temporales, que la atención de seres queridos y amigos viene y se va, y por lo tanto no nos proporciona la estabilidad que necesitamos. Así la tensión que provoca esta experiencia consolida nuestra ansiedad por estar varados en lo impermanente.

Aunque bien está sentir en las relaciones humanas que en lo profundo está instalado el amor, esta percepción nos debería llevar a dar un paso más y así darnos cuenta que el verdadero soporte de todo y todos es Dios. Él es permanente, eterno y siempre está con nosotros aunque no seamos conscientes de ello.

¿Y a ti qué te inspira? ¡Anímate a compartirlo dejándonos un comentario!

martes, 29 de octubre de 2019

Bautizados y enviados a evangelizar. Salir a la calle y dar a conocer a Jesús

Se nos va terminando un nuevo mes y aquí estamos otra vez para animarte a seguir imitando a Jesús. Ya han llegado los meses con menos horas de luz y temperaturas más bajas y muchas personas se sienten desanimadas por ello. ¿Es tu caso? No dejes que la pereza se apodere de tu cuerpo, los sentimientos negativos de tu mente ni que tu espíritu se quede frío. Viene un tiempo precioso para continuar saliendo a la calle, tal como nos instaba a hacer el Papa Francisco en este mes de octubre, y seguir viviendo, de forma misionera. Es importante y bueno que en los tiempos que corren no dejemos de anunciar a todo el que nos encontremos la buena noticia de que Jesús murió y resucitó por amor al hombre, como muestra de que Dios siempre ha deseado nuestra salvación.

Fuente: http://www.october2019.va/es.html

¡Qué papel más importante juega el bautismo en esta vivificadora experiencia! ¡Y cuánto se ha infravalorado este sacramento en las últimas décadas, en las que cada vez más padres prefieren no hacer ese regalo a sus hijos y optan por esperar a que sean ellos quienes decidan más adelante! :( El Bautismo es el sacramento que nos incorpora a la Iglesia, nos libera del pecado original, nos hace miembros de Cristo y nos regenera como hijos del Creador. En definitiva, es el comienzo de una vida nueva y verdaderamente libre: la vida cristiana. Y una vez que formas parte de esa barca lo que toca es empezar a remar para hacerte un pescador de hombres, un discípulo de Cristo. Por eso queremos animarte a que prestes atención a una misión que todos debemos llevar a cabo sin tener que hacer para ello largos viajes a tierras lejanas. ¿Quieres saber cuál es? ¡EVANGELIZAR!

Los que asistimos al congreso que se celebró en nuestra diócesis los pasados 28 y 29 de septiembre, en el Cerro de los Ángeles, pudimos entender que todos estamos llamados a ello, que el cristiano tiene la obligación de poner a Cristo en medio de un mundo en el que mucha gente no lo conoce o lo ha empezado a rechazar y no se acercan nunca a Él. Nos instaba nuestro obispo, D.Ginés, a ser discípulos misioneros. Y hoy te invitamos a que, en la medida de tus posibilidades, te sumes a cumplir esa tarea con obediencia y a la luz del Corazón de Jesús, que es ese misterio que nos sana cuando se cree, se vive, se celebra, se ora y se anuncia. Si quieres saber más sobre lo que allí escuchamos no te pierdas esta lista de reproducción donde puedes encontrar los vídeos de las ponencias de esos días:


Evangelizar es algo que ya nos pedía el mismo Jesús cuando dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación" (Mc 16,15). Que la pereza, la inseguridad, los miedos o la vergüenza nunca frenen la propagación de la fe o las ganas de alimentarla cuando flaquee. Dios está deseando hacerse fuerte y presente en ti y a través de ti pero, si nos permites un consejo, no te lances en solitario a la aventura de responderle. Si andas persiguiendo la santidad (te hablábamos de ella en esta publicación), y tienes interés en conseguirla a través de la misión evangelizadora, ven un día a vernos al centro parroquial, o acércate a hablar con el sacerdote que tengas más a mano, para que tu labor pueda ser lo más fructífera posible, para que puedas afrontar acompañado las adversidades que te encuentres y para que, cuando se presente la tentación de abandonar por la desilusión, te sientas apoyado y te sea más fácil recuperar la motivación perdida.

¡Anímate a hacer Iglesia, a formar parte de la Gran Familia que somos, a no ocultar tu amor por Dios!
Y si te apetece saber un poco más... asómate a estos enlaces que hemos pensado que podían resultar de tu interés:
¿Tú qué idea tienes de ir a una Misión? ¿Cómo crees que podrías evangelizar? ¿Te has parado alguna vez a pensarlo? ¡Dejanos un comentario con tu opinión!

jueves, 17 de octubre de 2019

Orando con San Juan de la Cruz: Subida al Monte Carmelo. Libro tercero. Capítulo 19. Punto 8

El texto sobre el que hoy te invitamos a reflexionar se encuentra en el libro tercero, capítulo 19, de la Subida al Monte Carmelo de San Juan de la Cruz.

Se trata de una obra en la que se aborda el tema de cómo un alma puede ir dirigiéndose a la verdadera unión con Dios. Aconseja y enseña tanto a aquellos que se inician en dicho camino así como a los ya experimentados. Se trata de un auténtico clásico de la espiritualidad cristiana que nos invita a ir rompiendo esos apegos temporales que a veces son fuente de tanto dolor humano.
8. El cuarto grado de este daño privativo (se nota) en lo último de nuestra autoridad, que dice: "Y alejóse de Dios, su salud". A lo cual vienen del tercer grado que acabamos de decir, porque, de no hacer caso de poner su corazón en la ley de Dios por causa de los bienes temporales, viene el alejarse mucho de Dios el alma del avaro, según la memoria, entendimiento y voluntad, olvidándose de él como si no fuese su Dios; lo cual es porque ha hecho para sí dios del dinero y bienes temporales, como dice san Pablo (Col. 3,5), diciendo que la avaricia es servidumbre de ídolos. Porque este cuarto grado llega hasta olvidar a Dios y poner el corazón, que normalmente debía poner en Dios, formalmente en el dinero, como si no tuviesen otro Dios."

¿Qué nos dice su lectura?

Nos habla San Juan de la Cruz de todo el mal que puede recaer sobre el ser humano si se aleja de Dios. Establece cuatro grados en el daño que produce este distanciamiento si el hombre pone su alma en el gozo de las cosas temporales y no en su Creador.

Alejarse de Dios es perder el sentido que tiene nuestra vida, girar la mirada al mejor referente que nos ayuda a entender el sufrimiento humano (Cristo), rechazar los dones con los que nos asiste el Espíritu Santo y sobre los que se sostiene la vida moral de los cristianos (CCE 1830).

Y una vez que hemos renegado de Él, que caminamos perdidos, que hemos empezado a perder la salud espiritual (y a veces también la física y mental), ¿cuántas veces no viene a nosotros la siguiente pregunta?

¿Si Dios me ama por qué me deja sufrir? 

Todos nos hemos hecho esta pregunta alguna vez. Parece que cuando todo va bien nos es fácil entender el amor de Dios pero cuando algo se tuerce en nuestra vida no entendemos el amor Divino y nos encerramos en la desdicha de nuestro propio sufrimiento.

Dios es amor exento de connotaciones e intereses humanos, no lo podremos entender mientras nuestra atención no se dirija hacia ese flujo de amor continuo que emana de Dios, pues la felicidad completa está más allá de los intereses que se mueven en este mundo en el que se encienden nuestras pasiones.

El amor de Dios es algo que nos sobrepasa, su entrega por nuestra salvación fue el mayor signo de su desinteresada bondad así que, por muy mal que te vaya la vida, no dejes nunca que invada tus pensamientos esa creencia, arcaica y errada, de que tenemos un Dios castigador. Recuerda que todos tenemos un Padre que no deja de velar por sus hijos, que espera pacientemente que en algún momento nos volvamos a Él, que desea perdonarnos por encima de todas las cosas y darnos la oportunidad de tener una vida nueva y eterna. Y para ello, lo mejor de todo, es que nos deja plena libertad a la hora de elegir qué queremos hacer o a quién queremos adorar.

Fuente: Wikipedia

Te invitamos a que hagas silencio, leas y reflexiones el Cántico de Moisés (Deuteronomio 32, 1-43) en el que están referidos, en su versículo 15, los cuatro grados mencionados por San Juan de la Cruz. En dicho cántico se anuncia cómo las obras de Dios son perfectas y sus caminos justos, pero sus hijos decidieron pervertirse y buscar otros dioses. Entonces el Señor, ofendido, pensó darles castigo pero al final decidió no destruir a su pueblo y, a cambio, los ofreció una nueva oportunidad. Igual que a cada uno de nosotros hoy. Él es quien da la muerte y la vida, hiere y cura. Por eso debemos cuidarnos de poner nuestro corazón en Dios y ser fieles. Él es el único capaz de sanar nuestras heridas y de darnos la verdadera vida. No te conviertas en un esclavo de las modas que imperan en la sociedad actual, no caigas en las redes del consumismo. Busca a Dios, contémplalo y aspira a esa unión con Él que te hará alcanzar la santidad a la que has sido llamado. ¿Cuál crees que es el primer paso que puedes dar para cumplir ese objetivo? ¡Piénsalo y anímate a darlo!

Y, por último, ¡cuéntanos!

¿Qué te ha inspirado el texto propuesto y nuestras reflexiones? Anímate a compartir tus impresiones con nosotros, aunque puedan ser diferentes, nos haría bien poder conocer lo que esta lectura suscita a otros.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Iniciamos un humilde nuevo curso ¡te esperamos!

¡Bienvenido otoño! ¡Y bienvenidos todos este nuevo curso, en el que ya nos iba tocando recuperar la actividad del blog! La verdad es que este mes el Señor ha estado grande con nosotros y venimos alegres. Sobre todo porque, si Dios quiere, pronto tendremos por este espacio una sección más que queremos dedicar a la oración. ¡Cuánto se agradece tener colaboración! ¡No sabes lo que motiva ver que hay gente nueva que quiere comprometerse con la vida del centro parroquial! ¿Y tú? ¿No te animas? ¡Queremos que seas un feligrés activo y te unas a nuestro equipo de trabajo (teamwork)!


En junio te decíamos que traeríamos algunas propuestas y, como lo prometido es deuda, aquí te dejamos una lista con aquellas actividades en las que, si te apetece, podrías integrarte:
  1. Participante de nuestro grupo de oración. (Sin requisitos)
    Horario: Lunes de 17h a 19h
  2. Miembro del grupo parroquial "Cáritas para mayores" (Sin requisitos)
    Horario: Martes de 17h a 19:30h.
  3. Miembro del grupo parroquial "Solidaridad con la Misión" (Sin requisitos)
    Horario: Martes de 18 a 19h.
  4. Miembro del Coro de la parroquia. (Sin requisitos)
    Horario: Miércoles de 18 a 19h. + Misa del fin de semana.
  5. Participante de nuestro grupo de aproximación al catequismo. (Sin requisitos)
    Horario: Jueves alternos. De 11h a 12h y de 20:30 a 21:30h
  6. Voluntario para acompañar a Jesús Sacramentado los días de exposición del Santísimo. (Se necesita compromiso de asistencia porque el Señor no puede quedarse solo en ningún momento)
    Horario: Jueves (hora a determinar con el sacerdote).
  7. Miembro del grupo parroquial "Liturgia" (Sin requisitos)
    Horario: Viernes de 17:30h a 18:30h.
  8. Colaborador del blog o gestión de las RRSS de la parroquia. (Se requiere mantener una reunión previa con el sacerdote o persona responsable)
    Horario: Esta colaboración no tiene un horario fijo porque el trabajo se realiza desde casa y la comunicación, salvo alguna reunión puntual, se mantiene por Correo o WhatsApp.


Y si ninguna de estas cosas te cuadran... ¡no te preocupes! ¡También nos alegra tener lectores y gente que comparta nuestras publicaciones o nos deje algún comentario y nos diga qué le parece nuestro trabajo! ¡Eso es también otra forma de estar presente en la actividad parroquial!

Así que, dicho todo esto, vamos a ir aterrizando y a retomar los buenos consejos que te veníamos dando para imitar a Jesús. (Puedes ver las publicaciones anteriores relacionadas con el tema aquí: http://parroquiasanpascualaranjuez.blogspot.com/search/label/imitarJesús)

Este mes te proponemos actuar con humildad, esa virtud que consiste en conocer nuestras propias limitaciones y debilidades y obrar de acuerdo a ello. Ya las lecturas con las que comenzábamos el mes, el libro de Eclesiástico (Eclo 17-18.20.28-29) y el evangelio de Lucas (Lc 14, 1.7-14), nos recordaban la importancia de poner en práctica esta virtud. Las riquezas que nosotros podamos acumular no son nada para Dios, la forma en la que Jesucristo nos mira no tiene nada que ver con la nuestra. 
 
Debemos orar para pedir a nuestro Padre que todo lo que hagamos sea para servir al pobre y para manifestar a los demás su amor desinteresado por cada uno de nosotros. ¡También por ti! Y para orar debemos presentarnos ante Él con un corazón humilde. Esa actitud de acudir a Dios dejando a un lado nuestra soberbia y poniéndonos a su disposición, con la misma docilidad que siempre presentó la Virgen, hará que cada vez vayas consiguiendo mayor control sobre ti pero... ¡Ten cuidado! No te desanimes si de repente ves que se te acaba la paciencia, la generosidad, la alegría y comienzas a desasosegarte y a salir de tu zona de confort, eso es porque Dios está ahí también poniendo a prueba tu confianza y dejándote ver que todo lo que consigues es porque Él anda cerca enviándote la gracia necesaria. 


A veces pensamos que nos conocemos, que sabemos quienes somos en nuestra limitada percepción de la realidad, entonces la mente vaga por los estrechos recorridos de la personalidad. Así, si tratamos de conocernos a través del ego, se mantiene esa reducida visión. La persona sólo adquiere sentido ante la mirada de Dios, su grandeza delata nuestra pequeñez, pero ante su mirada cualquier insignificante cosa adquiere sentido, el extraordinario sentido de la existencia.

Santa Teresa de Jesús hablaba de la necesidad de conocerse a si mismo pero dándonos cuenta de nuestra limitación ante la perspectiva de Dios. Te dejamos unas palabras de su obra Las moradas (o El Castillo Interior) por si te pueden ayudar a meditar sobre la importancia de la humildad:
"No sé si queda dado bien entender, porque es cosa tan importante este conocernos, que no querría en ello hubiese jamás relajación, por subidas que estéis en los cielos; pues mientras estamos en esta tierra, no hay cosa que más nos importe que la humildad. Y así torno a decir que es muy bueno y muy rebueno tratar de entrar primero en el aposento adonde se trata de esto, que volar a los demás, porque este es el camino; y si podemos ir por lo seguro y llano, ¿para qué hemos de querer alas para volar? Mas que busque cómo aprovechar más en esto; y a mi parecer, jamás nos acabamos de conocer, si no procuramos conocer a Dios; mirando su grandeza, acudamos a nuestra bajeza; y mirando su limpieza, veremos nuestra suciedad; considerando su humildad, veremos cuán lejos estamos de ser humildes."
Sería genial comenzar el curso deseando conocer mejor a Dios, poniendo al Señor en el centro de nuestras vidas, porque en Él nuestro corazón se transforma y solo unidos a Él lograremos ir adquiriendo un poco de esa sencillez que, gracias a su gran misericordia, nos regala inmerecidamente.

Cuanto más destacada sea nuestra posición más humildes debemos intentar ser, toca poner todo lo que sea posible de nuestra parte y confiar en que él sabrá proveer. Y por eso estamos hoy aquí, porque con total modestia queremos poner en tus manos prácticamente toda la actividad que llevamos a cabo, tenderte los brazos para que te sientas acogido/a y te animes a seguir a Jesús con nosotros, así como a transmitirte la alegría que nos da cada vez que se amplia nuestra familia parroquial. Da un paso más y además de venir a misa... ¡haz parroquia! ¡Implícate!

Y en este mes que asoma por la esquina no te olvides de algo muy importante que abordaremos en nuestra próxima publicación, ¡octubre es un mes para la evangelización! ¡Sal a la calle y da a todo el mundo la buena noticia de que Jesús nos ama y por eso ha muerto y resucitado por nosotros (también por ti)!

¡Dios te bendiga!

miércoles, 26 de junio de 2019

Vivir con verdadera alegría es vivir consagrado al Corazón de Jesús

Sigue avanzando el año y continuamos aprendiendo de Jesús

En estos meses te hemos invitado a amar, a practicar la caridad, a cargar con las cruces de la vida, a perdonar... y hoy aprovechamos para animarte a vivir con verdadera alegría.


Vivir con verdadera alegría no significa vivir sin problemas o dificultades, que siempre van a estar ahí. Vivir con verdadera alegría es:
  • Aprender a valorar los pequeños detalles de amor que nos llegan, especialmente cuando te sientas más desgraciado. ¡No dejes que la tristeza te domine y te haga ver todo de forma negativa! Que tu desolación no te impida ver el cariño de los que te rodean y quieren ayudarte, aunque su forma no sea la que tú esperas. ¡Míralos con el corazón enamorado de Jesús!
  • Cumplir el compromiso personal de intentar hacer más grata la vida de los demás, sobre todo cuando veas que el otro es el que está decaído y pasándolo mal. ¡Sírvelos con el corazón generoso de Jesús!
  • Mantener en todo momento una actitud de agradecimiento porque cada día, a pesar de sus afanes, es un regalo que Dios nos hace para que lo aprovechemos. Y no olvides que todo lo que nos ocurre, aunque muchas veces no lo entendamos, es para nuestro bien. ¡Ten el corazón confiado de Jesús!
En definitiva, así entre nosotros y aprovechando que estamos tan cerca de dicha celebración, si no te has dado cuenta todavía resulta que vivir con verdadera alegría no es otra cosa que vivir consagrado al corazón de Jesús. ¡Vive tu propia consagración!


La consagración de España al Corazón de Jesús es, recapitulando un poco lo que nos contaba el padre Jorge Brox (sacerdote de la Parroquia Virgen del Carmen, Móstoles) cuando regresó a casa en el mes de mayo para celebrar con nosotros la fiesta San Pascual, algo que cada uno debe vivir de manera personal.

El Señor cuenta con nosotros para que transmitamos la verdad de la vida aunque nos tachen de radicales por hacerlo en medio de un mundo donde reina la indiferencia. Si intentásemos ser más santos las parroquias y la sociedades cambiarían. ¡Por eso queremos animarte a imitar a Jesús! ¿Acaso a ti se te ocurre un ejemplo mejor para caminar hacia la santidad? ¡No tengas miedo de vivir el Evangelio (o al menos de intentarlo) porque merecerá la pena!

El corazón de Jesús te dice que Dios te ama a pesar de las circunstancias, que vayas a Él si estás cansado porque te aliviará y que, como reza el lema de este centenario, sus heridas nos han curado.
Y con todo eso... ¿no crees que solamente queda lugar para dejarse llenar de auténtica felicidad? 
 
Es cierto que la llegada del verano, sobre todo si nos pilla en plena ola de calor (como es el caso), nos puede dejar un poco aletargados y llenarnos de pereza pero... ¡sé valiente! Persigue esa alegría que te llenará de Vida para hacer Camino y encontrar la Verdad.

Esperamos que pases un feliz verano y que vivas una bonita consagración al Sagrado Corazón de Jesús el próximo día 30 de junio. Te recomendamos la lectura de la Carta pastoral sobre el sentido de la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. "Mirar al que traspasaron" que han escrito nuestros obispos, y si te animas puedes dejarnos algún comentario sobre la misma al final. También te agradeceríamos que, si vas hasta el Cerro de los Ángeles a experimentar en vivo la experiencia de la consagración, dejes después un mensaje y compartas por aquí tus impresiones.

Nosotros regresaremos en septiembre con una nueva publicación y algunas propuestas de colaboración en la parroquia. ¡Revisa en estos meses tu agenda, organízala bien para el curso que viene y reserva un hueco para poder dedicárselo a esas tareas que queremos proponerte! ¡Anímate a ser una parte activa de nuestra comunidad parroquial! ¡También tenemos un lugar para ti!

Hasta entonces... ¡Dios te bendiga!

sábado, 8 de junio de 2019

Mayo: mes de perdón y comunión

El mes de mayo es un mes en el que siempre vamos apurados por la parroquia, son tantas las cosas a celebrar que nos falta el tiempo y ante tanta actividad... ¿a quién no le gusta hacer una pausa para volver a poner la mirada en María y coger fuerzas? Y tanto paramos que... ¡mira en qué fechas llegamos! ¡Disculpad la tardanza! 


De la mano de una madre la vida siempre es mucho más agradable y llevadera, ¡cuántas gracias debemos darle a la Virgen por ser, entre otras muchas cosas, nuestro refugio, nuestro consuelo y nuestro auxilio! ¡Deja que Ella se convierta hoy en la causa de tu alegría y, siguiendo su recomendación de hacer lo que su Hijo te diga, atrévete a seguir imitando a Jesús! ¿Cómo? ¡Buscando el perdón e intentando vivir en auténtica comunión!

En 2017 ya hablamos sobre ese tema por nuestro blog en dos entradas que, si te apetece, puedes releer por aquí:
Si el acto de querer disculpar nos parece tan necesario... ¿cómo no vamos a volver a insistir en ese asunto?

Está muy bien eso, que tanto se ha repetido, de "Amaos unos a otros como yo os he amado" (Juan 13, 34) pero, oye, ¿no te ha pasado nunca que quieres amar y, de repente, no te sale? Parece que hubiera veces en las que resulta casi imposible darse al que tenemos al lado, especialmente si hemos recibido antes algún zarpazo que nos ha dejado endurecidos.

¿Qué hacer si sientes que tienes el corazón como una piedra?


Pues... las opciones pueden ser muy diversas pero nuestra recomendación es que te acerques a la iglesia un rato, busques a Jesús Sacramentado (en nuestra parroquia tenemos Exposición del Santísimo todos los jueves) y delante de Él, dejándote inspirar por su Palabra, intentes averiguar el origen del problema que te hace estar así y luches por buscar la solución, que muchas veces pasa por acercarse a los sacramentos porque son nuestra ayuda para poder reaccionar. No se alimenta el que ama sino el que necesita amor. Y no se te ocurra decir que es que ya has perdonado demasiado, o empezar a justificarte poniendo excusas y criticando a los demás, porque eso lo único que testimoniará es que estás muy lejos de Cristo.

Te dejamos estas dos lecturas que nos parecen muy oportunas por si quieres reflexionar:
  • Parábola sobre el perdón y la misericordia. (Mateo 18, 21-35)
  • La adúltera. (Juan 8, 1-11)
¿Qué conclusiones sacas tú? Anímate a compartir tu opinión en un comentario.
¿No has llegado a entender nada? Contacta con un sacerdote y pídele ayuda. Dile que te explique el significado, que seguro que estará encantando de atenderte. 

Si Jesús fue capaz de darse por nuestros pecados hasta la muerte y siempre nos da la oportunidad de reconciliarnos con Él, a pesar de los errores y desprecios que le regalamos... ¿Por qué no hacemos nosotros, alguna vez, la vista gorda ante algo que nos desagrade? En el mundo se habla mucho de respeto pero la sensación es que vivimos en una sociedad cada vez menos tolerante. ¡Cuánta falta nos hace mirar más a la Cruz! ¡Cuánto bien recibimos al recuperar el estado de gracia con la confesión! ¡Cuánto necesitamos la Eucaristía y encontrarnos en ella con el mismo Dios! Acudamos, como ya hicimos el día 17 de mayo, a San Pascual, nuestro patrón, y pidámosle que nos ayude a descubrir todo el amor del Creador. En dejarnos amar por Él e intentar corresponder es donde reside la verdadera felicidad (aunque no sea fácil).

Y pidámosle también, en este fantástico momento como es Pentecostés, por todos esos niños que este año han recibido su Primera Comunión, para que no sea la última y para que se animen a seguir formando parte activa de la Iglesia en compañía de sus padres y familiares. ¡Todos tenéis las puertas de esta parroquia abierta! ¡Queremos contar con vosotros!

miércoles, 24 de abril de 2019

Jesús será tu Salvador ¡síguelo y alégrate!

Se acaba abril y en nuestra parroquia ha sido un mes especial. ¿Qué cristiano no vive de manera diferente cuando se acerca y se celebra la Semana Santa? 

En esta nueva publicación no vamos a cambiar la dinámica de otros meses. Si recuerdas, o si no pudiste leernos te ponemos al día en un momento, en enero la propuesta para este año era imitar a Jesús. En febrero hablábamos de la necesidad de darnos al amor y el mes pasado de la importancia de la caridad para ser felices y vivir en paz. ¿Y hoy? ¿Qué reto traemos? Posiblemente uno que igual no te hace mucha gracia: cargar las cruces que la vida te tenga preparada. 


A veces, ante situaciones que nos desestabilizan y nos sacan de nuestra zona de confort, resulta más fácil la queja, el lamento, el buscar culpables e ir a Dios para decirle ¿por qué lo permites? ¿Qué he hecho yo para que tenga que pasar por esto? Y es ahí mismo cuando, independientemente del momento del año litúrgico en el que nos encontremos, uno debería pararse a mirar la Cruz, acercarse a conocer lo que fue la Pasión del Señor y escuchar cómo Él también te dice ¿y yo? ¿Qué hice yo para acabar así? La respuesta, aunque seguro que ya lo sabes o te lo puedes imaginar, fue AMAR.

Imitemos la actitud de humildad, la paciencia y el autocontrol que tuvo Jesús mientras aguantaba la humillación, los golpes, los insultos y el trato excesivamente vejatorio que recibió. Y, cuidado, que NO estamos diciendo que haya que dejarse apalear o permitir que falten a la dignidad de la persona, sino que se deben cuidar las reacciones ante aquello que nos incomoda. ¡Qué sea el amor lo que mueva cada uno de tus actos! Y cuando veas que te fallan las fuerzas, o la debilidad te haga caer en errores, porque todos caemos, no dudes en volver a ponerte de pie y buscar la ayuda y el perdón de aquel que, por amor a Dios y al hombre, murió, libremente, por ti. 

¡Jesús será tu Salvador! ¡Síguelo y alégrate!

Y ahora que acabamos de celebrar el inicio de una nueva Pascua... recuerda que Él resucitó y que, aunque a veces no lo sientas siempre está presente y a tu lado. Cuando te sientas mal búscalo en el apoyo de la gente que tengas cerca porque, a través de ellos, está deseando consolarte. Y cuando la vida te sonría da gracias y no te olvides de decir: 

Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


Nos vemos en mayo que viene cargado de eventos. Recuerda que siempre es un mes especial porque celebramos, entre otras cosas, el mes de la Virgen, la Primera Comunión de nuestros chicos de catequesis y la fiesta de San Pascual, el patrón de nuestra parroquia. Síguenos por Twitter y Facebook (si es que todavía no lo haces) y no te pierdas detalle porque queremos invitarte a participar en todas nuestras actividades. Hasta entonces...

¡Feliz Pascua!

viernes, 29 de marzo de 2019

¿Buscas ser feliz y vivir en paz? ¡Practica la caridad!

Seguimos avanzando y un mes más regresamos por aquí. ¿Preparado para descubrir una nueva propuesta dentro de ese plan para imitar a Jesús?

En febrero te invitábamos a Amar y para ello te proponíamos contemplar, meditar y actuar (si no leíste la entrada puedes verla ahora aquí). Hacer eso, con el corazón dispuesto y en conexión con Dios, no es otra cosa sino orar.
 
La oración es un ejercicio muy bueno que, además de relajarte, alimenta el espíritu. Es algo que se nos recomienda practicar de manera especial durante la Cuarema, para que a través de ella podamos encontrar a Dios y convertirnos. Es tiempo para observar y para que te dejes mirar por el Creador; para descubrir su mirada en cada hermano y aprender a mirar como Él, porque una mirada suya bastará para convertirte y hacer que creas en el Evangelio, en la Buena Noticia. Es un tiempo para fijarte en lo que vives, en aquello que ves. No sabemos si tendrás que dejar de comer, pero sí que si elijes como estilo de vida el que practicó Jesús serás capaz de tener más bondad y amor con el prójimo. En definitiva, te resultará más fácil prácticar la caridad que es la tarea elegida para este mes.


Ya hace tiempo te hablábamos de esta virtud teologal, te decíamos que debería ser la principal en un cristiano. De ella hace Jesús su mandamiento nuevo, porque con la caridad aseguramos nuestra capacidad de amar.

El pasado día 14 se meditaban en el oficio de lecturas unos fragmentos de una homilía de San Asterio de Amasea que nos gustaría traer hasta aquí, comenzaba así:
"Si queréis emular a Dios, puesto que habéis sido creados a su imagen, imitad su ejemplo. Vosotros, que sois cristianos, que con vuestro mismo nombre estáis proclamando la bondad, imitad la caridad de Cristo."
¿Por qué debemos tomar ejemplo de la caridad de Cristo? Pues porque, como se indica en el Catecismo (CEC 1829), la caridad tiene por frutos el gozo, paz y misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión

¿Y quién no desea todos estos beneficios? Cualquier persona que busque la felicidad no podrá encontrarla volviendo la cara a la generosidad. Se vive más contento cuando uno levanta la vista y decide a ayudar al que tiene al lado para que pueda afrontar (y tal vez resolver) sus problemas. ¿A cuántos no atendió el propio Jesús a lo largo de su vida pública? ¿A cuántos no nos sigue regalando auténticos milagros, aunque muchas veces no los reconozcamos como tales o no los valoremos? ¿A cuántos te has ofrecido tú para hacer realidad ese dicho que reza "obras son amores y no buenas razones". No olvides nunca que Dios te invita a colaborar de manera activa en su plan para construir un mundo más bello y mejor; pero recuerda, también, que no es una tarea fácil.


No esperes a que te visite tu propia Pasión para acordarte de Jesús, es cierto que a veces es ante la soledad, la enfermedad o el sufrimiento cuando nos damos cuenta de que necesitamos a Dios pero... ¡míralo también cuando la vida te sonría! ¡Dale gracias cuando las cosas te vayan bien! ¡Y pídele que te haga capaz de imitarlo, de ser su instrumento y no dudes en refugiarte en la manos de la Virgen si la tarea se te hace cuesta arriba! Y una vez que descubras la tarea en la que quiere que te impliques, no lo dudes y sé como ese Cirineo, ayuda a los demás a cargar sus cruces y estarás haciendo más livianas las tuyas y compartiendo la del Señor.

No esperes que hoy te hablemos más de la caridad, lo que queremos es que la practiques. ¿Quieres descubrir qué es lo que tienes que hacer? Recuerda los consejos del mes pasado, ¡haz silencio, deja que Dios te hable y ponte en marcha después! ¿Y por último? ¡Escribe un comentario y cuéntanos cuál ha sido esa acción con la que has intentado imitar a Jesús!
- Palabras
+ Acción
Nos vemos en abril y, hasta entonces, ya sabes lo que nos dice la Sagrada Escritura: 
Si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. (1Jn 3,17-18)

jueves, 28 de febrero de 2019

Amaos unos a otros como yo os he amado...

En la última publicación del blog te invitábamos a imitar a Jesús y a lo largo de este año vamos a intentar darte algunos consejos para ver si así la tarea se te puede hacer más fácil y atractiva.

El primer requisito para ello es conocerlo bien. ¿Cómo está tu relación con Él en estos momentos? ¿Quizá no sabes ni quién es? ¿Lo ves como alguien del pasado y que no encaja actualmente en tu plan de vida? ¿Mantienes ya con Él una sólida amistad? ¿Has decidido entregarte por completo y seguir sus pasos de manera radical? Si te apetece puedes dejarnos tu respuesta en un comentario porque suelen ser pocos pero nos encanta leerlos.

Si entre vosotros existe ya un fuerte vínculo te felicitamos por ello y te animamos a ser fiel a todos los regalos que te haga y si estás entre aquellos que andan más alejados... ¡sigue leyendo, esta entrada del blog puede ser para ti!

El segundo requisito, que es la propuesta que te hacemos este mes de febrero (en el que hemos celebrado San Valentín y la jornada de la Vida Consagrada), es que te des al Amor porque ya lo dijo el propio Jesús: 
"Os doy un mandamiento nuevo: Amaos unos a otros; como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros.  Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como discípulos míos." (Juan 13, 34-35)


¿Y cómo podrías amar? Pues siguiendo tres sencillos pasos:

1) Contemplando. Si quieres aprender a amar como Jesús es fundamental acercarte a Él. Comienza mirándolo, bien sea en una estampa, una escultura o Él mismo presente en el Santísimo Sacramento del Altar (ya sabes que en nuestra parroquia te espera los jueves desde las 9h hasta las 18:30h, hora en la que rezamos vísperas junto a las hermanas).

2) Meditando. Tal vez el paso anterior te pueda parecer un poco absurdo pero te aseguramos que es fantástico para entrar en contacto, para despertar el deseo de conocerlo o el de querer saber más sobre Él. ¿Y si te decimos que también es ideal si quieres escuchar lo que te puede estar diciendo y tú no atinas a entender? Por eso el segundo paso a dar es meditar su mensaje. Si no sabes cómo hacerlo una buena elección sería acudir a misa y escuchar con atención la homilía (que no es otra cosa que esa charla del cura que a veces te parece tan aburrida); si tienes la oportunidad únete a algún grupo de oración o a alguna actividad de tu centro parroquial (nosotros te recomendamos el grupo de formación para conocer nuestra fe que hemos puesto en marcha hace muy poquito y que tiene lugar en jueves alternos, de 20:30 a 21:30); y si ya controlas un poquito no lo dejes y sigue practicando en casa, anímate a ir buscando cada vez más ratos de encuentro con la Palabra de Dios y verás como acaba hablándote a gritos.


3) Actuando. Por último, cuando sepas el mensaje que te quiere transmitir... lleva a cabo lo que te pida y acepta lo mejor que puedas aquello que te envíe (aunque no sea lo que tú esperas). Que todo lo que hagas en la vida sean, siempre, obras realizadas desde el amor y pensando en el prójimo más que en uno mismo. Intentemos ser honrados, practicar el amor fraterno y apostar por un nuevo estilo de vida, al que todos estamos llamados y que sugiere Pedro en su primera carta.

¿Qué cuál es ese estilo de vida? El que tú creas que te va a hacer más feliz. Aquel que veas claro que es tu verdadera vocación (un tema muy interesante y amplio sobre el podríamos hablar largo y tendido o sobre el que podrían organizar las hermanas Concepcionistas su siguiente tertulia en el convento) y que de forma común se concreta para todos en la vocación a la santidad.

Y ya para despedirnos queremos hacerte una última pregunta... ¿tú te has parado alguna vez a pensar qué es lo que espera Dios de ti? ¡Anímate a leer y pensar en el mensaje que te quiere transmitir el capítulo 12 de la carta a los Romanos y cuéntanos las conclusiones que saques! ¿La más importante? La nueva vida que puedes encontrar en Cristo.

¡Volvemos con un nuevo consejo el mes que viene! ¡Te esperamos!

jueves, 31 de enero de 2019

¡El reto de imitar a Jesús! Ponte en marcha y hazte Camino caminando

Estrenar algo siempre provoca una alegría especial y eso se nota, por ejemplo, cuando se inicia un nuevo año. Sin embargo esa euforía se va apagando progresivamente y, dependiendo de la persona, a distinta velocidad. Tanto es así que no resulta raro ver cómo hay gente que el uno de enero ya amanece con una cara que poco refleja el espíritu cristiano que puedan tener. ¿Qué queda en ti de aquella felicidad que gran parte del mundo parecía reflejar la noche del 31 de diciembre? O mejor aún... ¿qué guardas a día de hoy en tu corazón de todos los propósitos que te marcaste y de las buenas intenciones que el Niño que nació en Belén, el 25 de diciembre, debería haber depositado en ti? ¿Preparaste el pesebre o la Navidad pasó y tú sigues vagando por este mundo sin un rumbo claro?
Da igual, no te preocupes, porque lo bueno es que siempre estamos en disposición de volver a empezar. ¿Te animas a aceptar el reto que queremos proponerte para este 2019?


Si hace 12 meses te invitábamos a poner la mirada en la Virgen María... en esta ocasión te sugerimos optar por un plan B, dar un paso adelante, tirarte a la piscina, rebautizarte, salir del armario (o como quieras llamarlo), y pasar de una vida contemplativa a una de acción. ¡Intentar imitar a Jesús tiene que ser tu misión! También válido para aquellos que hasta ahora han permanecido indiferentes a la religión.

Y como por aquí sabemos que llevar la vida de Jesús no es nada fácil, porque ese estilo es el que se espera de aquellos que viven sus ideas firmemente y llenos de auténtica fe (y el ser humano, por norma general, es bastante débil), nos sentimos en la obligación de animarte a recibir con frecuencia el sacramento de la Eucaristía y el de la Reconciliación; de recordarte que también visitar a Jesús Sacramentado puede hacer la tarea más llevadera y que es necesario parar de vez en cuando a hacer buenos ratos de oración (si te apetece puedes unirte al grupo que tenemos los viernes por la tarde en el centro parroquial). ¿Y por qué te decimos todo esto? Pues porque el plan es pasar a ser algo más que un cristiano de misa y sacristía. De aquí en adelante toca convertirse, aprender a vivir sin miedo, en la calle, sintiéndonos orgullosos de amar a Dios y correspondidos por Él, con la valentía necesaria para reconocerlo y motivados por querer vivir según el evangelio antes que rendirnos a los valores de la sociedad actual, que a veces tanto distan del modelo de santidad al que todos estamos llamados a alcanzar y del que te hablábamos en pleno tiempo pascual.

Sigamos caminando, que el tiempo no se detiene, y nos vemos pronto con una nueva publicación. ¿Tienes en mente algún tema sobre el que te gustaría que hablásemos? Deja un comentario y cuéntanos, porque a lo mejor podemos escribir sobre ello. ¿Tienes un texto que te gustaría compartir? ¿Te apetecería escribir pero no sabes dónde? Contáctanos porque estamos estamos abiertos a nuevas colaboraciones.