miércoles, 26 de junio de 2019

Vivir con verdadera alegría es vivir consagrado al Corazón de Jesús

Sigue avanzando el año y continuamos aprendiendo de Jesús

En estos meses te hemos invitado a amar, a practicar la caridad, a cargar con las cruces de la vida, a perdonar... y hoy aprovechamos para animarte a vivir con verdadera alegría.


Vivir con verdadera alegría no significa vivir sin problemas o dificultades, que siempre van a estar ahí. Vivir con verdadera alegría es:
  • Aprender a valorar los pequeños detalles de amor que nos llegan, especialmente cuando te sientas más desgraciado. ¡No dejes que la tristeza te domine y te haga ver todo de forma negativa! Que tu desolación no te impida ver el cariño de los que te rodean y quieren ayudarte, aunque su forma no sea la que tú esperas. ¡Míralos con el corazón enamorado de Jesús!
  • Cumplir el compromiso personal de intentar hacer más grata la vida de los demás, sobre todo cuando veas que el otro es el que está decaído y pasándolo mal. ¡Sírvelos con el corazón generoso de Jesús!
  • Mantener en todo momento una actitud de agradecimiento porque cada día, a pesar de sus afanes, es un regalo que Dios nos hace para que lo aprovechemos. Y no olvides que todo lo que nos ocurre, aunque muchas veces no lo entendamos, es para nuestro bien. ¡Ten el corazón confiado de Jesús!
En definitiva, así entre nosotros y aprovechando que estamos tan cerca de dicha celebración, si no te has dado cuenta todavía resulta que vivir con verdadera alegría no es otra cosa que vivir consagrado al corazón de Jesús. ¡Vive tu propia consagración!


La consagración de España al Corazón de Jesús es, recapitulando un poco lo que nos contaba el padre Jorge Brox (sacerdote de la Parroquia Virgen del Carmen, Móstoles) cuando regresó a casa en el mes de mayo para celebrar con nosotros la fiesta San Pascual, algo que cada uno debe vivir de manera personal.

El Señor cuenta con nosotros para que transmitamos la verdad de la vida aunque nos tachen de radicales por hacerlo en medio de un mundo donde reina la indiferencia. Si intentásemos ser más santos las parroquias y la sociedades cambiarían. ¡Por eso queremos animarte a imitar a Jesús! ¿Acaso a ti se te ocurre un ejemplo mejor para caminar hacia la santidad? ¡No tengas miedo de vivir el Evangelio (o al menos de intentarlo) porque merecerá la pena!

El corazón de Jesús te dice que Dios te ama a pesar de las circunstancias, que vayas a Él si estás cansado porque te aliviará y que, como reza el lema de este centenario, sus heridas nos han curado.
Y con todo eso... ¿no crees que solamente queda lugar para dejarse llenar de auténtica felicidad? 
 
Es cierto que la llegada del verano, sobre todo si nos pilla en plena ola de calor (como es el caso), nos puede dejar un poco aletargados y llenarnos de pereza pero... ¡sé valiente! Persigue esa alegría que te llenará de Vida para hacer Camino y encontrar la Verdad.

Esperamos que pases un feliz verano y que vivas una bonita consagración al Sagrado Corazón de Jesús el próximo día 30 de junio. Te recomendamos la lectura de la Carta pastoral sobre el sentido de la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. "Mirar al que traspasaron" que han escrito nuestros obispos, y si te animas puedes dejarnos algún comentario sobre la misma al final. También te agradeceríamos que, si vas hasta el Cerro de los Ángeles a experimentar en vivo la experiencia de la consagración, dejes después un mensaje y compartas por aquí tus impresiones.

Nosotros regresaremos en septiembre con una nueva publicación y algunas propuestas de colaboración en la parroquia. ¡Revisa en estos meses tu agenda, organízala bien para el curso que viene y reserva un hueco para poder dedicárselo a esas tareas que queremos proponerte! ¡Anímate a ser una parte activa de nuestra comunidad parroquial! ¡También tenemos un lugar para ti!

Hasta entonces... ¡Dios te bendiga!

sábado, 8 de junio de 2019

Mayo: mes de perdón y comunión

El mes de mayo es un mes en el que siempre vamos apurados por la parroquia, son tantas las cosas a celebrar que nos falta el tiempo y ante tanta actividad... ¿a quién no le gusta hacer una pausa para volver a poner la mirada en María y coger fuerzas? Y tanto paramos que... ¡mira en qué fechas llegamos! ¡Disculpad la tardanza! 


De la mano de una madre la vida siempre es mucho más agradable y llevadera, ¡cuántas gracias debemos darle a la Virgen por ser, entre otras muchas cosas, nuestro refugio, nuestro consuelo y nuestro auxilio! ¡Deja que Ella se convierta hoy en la causa de tu alegría y, siguiendo su recomendación de hacer lo que su Hijo te diga, atrévete a seguir imitando a Jesús! ¿Cómo? ¡Buscando el perdón e intentando vivir en auténtica comunión!

En 2017 ya hablamos sobre ese tema por nuestro blog en dos entradas que, si te apetece, puedes releer por aquí:
Si el acto de querer disculpar nos parece tan necesario... ¿cómo no vamos a volver a insistir en ese asunto?

Está muy bien eso, que tanto se ha repetido, de "Amaos unos a otros como yo os he amado" (Juan 13, 34) pero, oye, ¿no te ha pasado nunca que quieres amar y, de repente, no te sale? Parece que hubiera veces en las que resulta casi imposible darse al que tenemos al lado, especialmente si hemos recibido antes algún zarpazo que nos ha dejado endurecidos.

¿Qué hacer si sientes que tienes el corazón como una piedra?


Pues... las opciones pueden ser muy diversas pero nuestra recomendación es que te acerques a la iglesia un rato, busques a Jesús Sacramentado (en nuestra parroquia tenemos Exposición del Santísimo todos los jueves) y delante de Él, dejándote inspirar por su Palabra, intentes averiguar el origen del problema que te hace estar así y luches por buscar la solución, que muchas veces pasa por acercarse a los sacramentos porque son nuestra ayuda para poder reaccionar. No se alimenta el que ama sino el que necesita amor. Y no se te ocurra decir que es que ya has perdonado demasiado, o empezar a justificarte poniendo excusas y criticando a los demás, porque eso lo único que testimoniará es que estás muy lejos de Cristo.

Te dejamos estas dos lecturas que nos parecen muy oportunas por si quieres reflexionar:
  • Parábola sobre el perdón y la misericordia. (Mateo 18, 21-35)
  • La adúltera. (Juan 8, 1-11)
¿Qué conclusiones sacas tú? Anímate a compartir tu opinión en un comentario.
¿No has llegado a entender nada? Contacta con un sacerdote y pídele ayuda. Dile que te explique el significado, que seguro que estará encantando de atenderte. 

Si Jesús fue capaz de darse por nuestros pecados hasta la muerte y siempre nos da la oportunidad de reconciliarnos con Él, a pesar de los errores y desprecios que le regalamos... ¿Por qué no hacemos nosotros, alguna vez, la vista gorda ante algo que nos desagrade? En el mundo se habla mucho de respeto pero la sensación es que vivimos en una sociedad cada vez menos tolerante. ¡Cuánta falta nos hace mirar más a la Cruz! ¡Cuánto bien recibimos al recuperar el estado de gracia con la confesión! ¡Cuánto necesitamos la Eucaristía y encontrarnos en ella con el mismo Dios! Acudamos, como ya hicimos el día 17 de mayo, a San Pascual, nuestro patrón, y pidámosle que nos ayude a descubrir todo el amor del Creador. En dejarnos amar por Él e intentar corresponder es donde reside la verdadera felicidad (aunque no sea fácil).

Y pidámosle también, en este fantástico momento como es Pentecostés, por todos esos niños que este año han recibido su Primera Comunión, para que no sea la última y para que se animen a seguir formando parte activa de la Iglesia en compañía de sus padres y familiares. ¡Todos tenéis las puertas de esta parroquia abierta! ¡Queremos contar con vosotros!